¿Qué hace a un buen traductor de quechua y aymara?

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En un país como Perú, donde existen 48 lenguas originarias, el rol de un traductor de quechua y aymara juego un papel clave. Dado que, estos  profesionales contribuyen al reconocimiento  y la preservación de la diversidad cultural del país.

Además, en un entorno cada vez más globalizado, su labor fortalece la identidad nacional en distintos aspectos. También abre puertas al entendimiento intercultural y a la valoración de los idiomas originarios.

Sin embargo, ¿qué distingue a un buen traductor de quechua y aymara? Aquí exploraremos las cualidades, conocimientos y rasgos esenciales que debe tener un profesional calificado.

 

Control de las lenguas originarias involucradas

Un buen traductor debe poseer un conocimiento profundo del quechua y el aymara, así como del español. El quechua es una familia lingüística que cuenta con 21 variedades reconocidas en el Perú, por lo tanto, presenta diferencias y matices regionales.

Mientras que, el aymara pertenece a la familia lingüística Aru y tiene una fuerte presencia en las regiones del sur del país, como Puno. Bajo este contexto, un buen traductor de quechua y aymara debe tener los siguientes conocimientos:

  • Compresión oral y escrita: interpretar de manera correcta las expresiones idiomáticas y estructuras gramaticales únicas.
  • Adaptación a variantes: cada región tiene su propia riqueza lingüística que el traductor debe respetar y reflejar en su labor.

 

Comprensión cultural profunda como traductor de quechua y aymara

La traducción no solo se trata de un suceso lingüístico, sino también representa un puente de conexión cultural entre dos entornos. Para el caso del quechua y el aymara, el traductor profesional comprende conceptos esenciales, tales como: 

 

  • Expresiones clave: palabras como «ayni» (solidaridad recíproca en quechua) o «chacha-warmi» (complementariedad de género en aymara) son nociones culturales que deben ser traducidas con exactitud y contexto.
  • Simbolismos y herencia: el patrimonio cultural de estas lenguas indígenas incluye creencias, mitos y valores que forman parte integral de la comunicación.

Formación académica y técnica

Un traductor profesional como los de KVM cuentan con una formación académica en traducción e interpretación. Donde adquiere conocimientos y destrezas vinculadas con los siguientes aspectos:

  • Estudios especializados: cursos o programas específicos para el aprendizaje del quechua y el aymara.
  • Herramientas de traducción: uso de instrumentos o sistemas que permitan mantener la coherencia y precisión en textos complejos.

 

Ética y sensibilidad cultural

Un buen traductor actúa como un guardián del respeto hacia estas lenguas originarias. Según el Ministerio de Cultura del Perú, el quechua y el aymara no solo son vehículos de comunicación, sino también de la identidad del país.

Por ello, un traductor profesional debe asegurarse de que las traducciones reflejan la riqueza y profundidad de las culturas que las hablan. Así como también contribuir al reconocimiento de las lenguas indígenas en áreas como la educación, la justicia y la salud.

En definitiva, un buen traductor de quechua y aymara presenta un balance entre conocimiento lingüístico, sensibilidad cultural y ética profesional. Estos profesionales no solo facilitan la comunicación, sino que también son mensajeros de la riqueza cultural del Perú.

Un país que presenta una gran diversidad lingüística, por ello, la labor de traducción contribuye al reconocimiento y valoración de los idiomas originarios. Lo cual permite consolidar un Perú más inclusivo y orgulloso de su herencia multicultural.

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